viernes, 18 de marzo de 2011

Enfermedades cardiacas

¿Qué es la enfermedad cardíaca?

El corazón es el centro del aparato circulatorio o aparato cardiovascular. El corazón bombea sangre a todas las células del cuerpo a través de los vasos sanguíneos. La sangre transporta el oxígeno que las células necesitan. La enfermedad cardiovascular es un grupo de trastornos que ocurren cuando el corazón y los vasos sanguíneos no están funcionando como deberían hacerlo.
Estos son algunos de los problemas que acompañan a la enfermedad cardiovascular:
Arteriosclerosis y aterosclerosis: también conocida como endurecimiento de las arterias. En la arteriosclerosis las arterias de una persona se engrosan y pierden flexibilidad. Las personas con aterosclerosis tienen una acumulación de colesterol y grasa que hace que las arterias sean más estrechas, de manera que la cantidad de sangre que fluye es menor. Los depósitos se conocen como placa.

¿Cómo se desarrolla la enfermedad cardíaca?

La enfermedad cardíaca no es contagiosa - no la puedes contraer como la gripe o un resfrío. Más bien, hay ciertas cosas que aumentan las probabilidades de una persona de desarrollar enfermedad cardiovascular. Los médicos las llaman factores de riesgo. Algunos de estos factores de riesgo, como por ejemplo ser una persona de edad o tener familiares con los mismos problemas, no se pueden contrarrestar. Pero hay ciertos factores de riesgo que es posible controlar. Fumar, tener presión arterial elevada, sobrepeso y no hacer ejercicios pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Es una de las enfermedades más comunes de los pulmones que causa dificultad para respirar. Hay dos formas principales de EPOC:
  • Bronquitis crónica, definida por una tos prolongada con moco
  • Enfisema, definida por la destrucción de los pulmones con el tiempo
La mayoría de las personas con EPOC tienen una combinación de ambas afecciones.

Causas

La causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es el tabaquismo. Cuanto más fume la persona, mayor probabilidad tendrá de desarrollar EPOC, aunque algunas personas fuman por años y nunca padecen esta enfermedad.
En raras ocasiones, los no fumadores que carecen de una proteína llamada alfa-1 antitripsina pueden desarrollar enfisema.
Otros factores de riesgo para EPOC son:
  • Exposición a ciertos gases o emanaciones en el sitio de trabajo
  • Exposición a cantidades considerables de contaminación o humo indirecto de cigarrillo
  • Uso frecuente de gas para cocinar sin la ventilación apropiada

Síntomas

  • Tos con moco
  • Dificultad respiratoria (disnea) que empeora con actividad leve
  • Fatiga
  • Infecciones respiratorias frecuentes
  • Sibilancias
Dado que los síntomas de EPOC se desarrollan lentamente, es posible que algunas personas no tengan conciencia de que están enfermas.

DIABETES

La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago).
En personas con diabetes, una de dos componentes de este sistema falla:
  • el páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I); or
  • las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).

Tipos de Diabetes

Hay dos tipos principales de diabetes. Al tipo I, dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienxa durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo I deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo I.
En el tipo II, que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células. El tipo II suele occurrir principalmente en personas a partir de los cuarenta años de edad.